Aquí os dejo el texto de mi columna de opinión que esta mañana se ha emitido, como cada Martes y Jueves a las 08:50 h, en la SER (dedicado hoy especialmente a María Ibáñez):
Lo de Granada es ya para nota. Para estudio científico-antropológico-filosófico-sociopolítico bien sesudo sobre el origen de la especie humana en esta provincia. Vamos, dicho en lenguaje mucho más técnico y concreto: que lo flipo en colores.
Ahora viene a resultar que el Ayuntamiento de Granada recomienda a nuestros queridos visitantes (que, por cierto, qué falta nos harán a nosotros con la economía desahogada y viento en popa de la que gozamos) que salgan por patas buscando el Aeropuerto de Málaga y que pasen olímpicamente del de Granada, que es chungo y un muermo, que ni tiene marcha, ni es divertido, ni te alegra la vida en colores.
Y las cosas como son, cuando tiene razón nuestro órgano de gobierno municipal la tiene y a ver quién es el guapo que se la quita: ¿para qué narices querrán los guiris ir al Aeropuerto de Granada si presenta a día de hoy casi el mismo tráfico aéreo que el Aeropuerto para las personas que renaugura cada año el gran Carlos Fabra, el tahúr con más suerte a este lado del Mississippi?
Nos queda un lote de vuelos nacionales, menos de cuarto y mitad de internacionales que se sepa, y los baratos ya se los cargaron nuestros munícipes por aquello de ahorrarnos 5 euros y no malgastarlos en colaboraciones con empresas malignas torticeras y chantajistas que nos molestaban trayendo turistas de a 40 euros el billete.
Pero claro, qué mas dará recomendarles el Aeropuerto de Málaga, si total, se pueden venir hasta Granada plácidamente sentados en AVE (que digo yo que tampoco nos hace falta con la de trenes más baratos que tenemos) o por autovía (siempre que no aspiren a llegar a la Alhambra por el Este, donde se nos corta la autovía en mitad de la provincia; o por el Oeste, donde se nos corta la autovía en mitad de la provincia). Que se bajen en Barajas o en el Prat, si es preciso, y que no molesten más. Serán pijos…