Sobre andaluces y antiandaluces en el día de Andalucía

SERAquí os dejo mi columna de opinión que, como cada Martes y Viernes, se emite en Cadena SER – Radio Granada, a las 8:50 horas:

Mañana celebramos el Día de Andalucía. La fecha más remarcada en el calendario para aquéllos que nos sentimos andaluces por encima de todas las cosas, para los que creemos que Andalucía es una forma de ser y vivir, y para los que amamos a esta patria como la mejor de las patrias.
Es el día de recordar que los andaluces hemos llegado más lejos que nadie gracias a nuestra autonomía porque nuestro punto de partida era infinitamente más bajo que el del resto: yo, recién instalado en la cuarentena, he vivido la llegada del agua potable, las aceras o el asfalto a la casa de mis abuelos. Ese era el punto de partida heredado. Sintámonos orgullosos de hasta dónde hemos llegado.
Es el día de reivindicar el orgullo de lo mucho y bien hecho, y el día de no olvidar: no olvidar y homenajear a los que siempre apostaron por la autonomía de esta tierra, y no olvidar también a los que siempre procuraron poner palos en nuestra rueda, y lo siguen haciendo siempre que les es posible. Así les va luego en esta sabia tierra que perdona pero no olvida.

Sobre teles de servicio público e hipermegasupercofrades

SERAquí os dejo mi columna de opinión que, como cada Martes y Viernes, se emite en Cadena SER – Radio Granada, a las 8:50 horas:

Las personas se miden en los pequeños gestos llevados a cabo en los pequeños sitios.
Nuestro Alcalde y futuro, prometedor y renovador candidato por el PP, decidió utilizar el atril del Teatro Isabel la Católica, el pasado Domingo, durante el Pregón Oficial de nuestra Semana Santa, para promocionar cara al viento, que no al sol, TG 7 ante todo el mundo mundial. Nos invitó a seguir el evento por TG 7 como si no hubiera otro cauce comunicativo en la aldea global cibernética.
No está mal como gesto, pero con un pequeño inconveniente: nos mandaba ver TG 7 cuando la misma no estaba emitiendo en directo dicho pregón. Los deberes del Alcalde eran irrealizables, y no por díscolos o rebeldes.
Parece mentira, pero la tele más de servicio público del mundo, ecuánime y ponderada donde las haya, la tele más cofrade emanada del equipo de gobierno municipal más cofrade de la historia de la humanidad, no retransmitía el pregón oficial de la Semana Santa, mientras que otras teles locales de otros municipios gobernados por el mal pirómano de iglesias y destructor de santos nunca dejan de emitir el suyo. Qué cosas.

Sobre encuestadores, meteorólogos y otros grandes «científicos»

SERAquí os dejo mi columna de opinión que, como cada Martes y Viernes, se emite en Cadena SER Radio Granada, a las 8:50 horas:

Hoy día, la palabra ciencia se suele aplicar con una cierta amplitud conceptual y torciendo hasta el límite de la flexibilidad lo que se entiende por tal. Visto lo vivido en estas últimas fechas, llamar científicas a las empresas emisoras de encuestas electorales es como llamárselo a las meteorológicas. Todo un acto de fe sin fundamente empírico.
En menos de una semana, los hechiceros demoscópicos nos cuentan la caída y auge de algún actor político, desde el cielo hasta el infierno o viceversa. Y cuando todo parece irreparable, entonces llega la resurrección pendular porque viene acompañada de la apertura de las fauces del suelo por el otro lado. Hoy Ciudadanos no es nadie; mañana el subidón de moda. Ayer PPodemos era el no va más en tendencias de actualidad; ahora está un tanto desfasada. El bipartidismo se hunde; el bipartidismo aguanta; el bipartidismo regresa.
Miren ustedes: lo mismo que los meteorólogos juegan a ser los hechiceros de la tribu del siglo XXI, desplegando sus conjuros matemáticos sin más credibilidad que la que depare el azar que no cambie vientos o tempestades, las encuestas con que nos torturan cada semana nos ofrecen un caudal de datos irrisorio por increíble e inestable.
Háganme caso: por la misma razón que no deben tomarse muy en serio el pronóstico del tiempo más allá del de mañana, porque el resto es pura elucubración matemática, tampoco pierdan su valioso sueño por los resultados de haber preguntado a mil personas concretas y determinadas. Con un poco de paciencia, las urnas dictarán su sentencia firme e inapelable.

Sr. Rivera, qué falta le haría ser andaluz

SERAquí os dejo mi columna de opinión que, como cada Martes y Viernes, se emite en Cadena SER Radio Granada, a las 8:50 horas:

El campeón indiscutible de la estulticia esta semana, Albert Rivera, líder de Ciudadanos, ha decidido venir a mi patria, a Andalucía, a enseñarnos a pescar para no tener que tirarnos peces desde el norte como si fuésemos focas amaestradas.
Estimado Sr. Rivera: como soy andaluz, en consecuencia, soy mucho más culto que usted, porque fui más romanizado que usted, he albergado más culturas, he aprendido mucho más de ellas y conservo un sentido de lo práctico que usted jamás tiene ni tendrá. Por eso, porque soy andaluz, me doy cuenta que usted no es más que una mera víctima analfabeta de un conjunto de tópicos superados propios de la burguesía catalana acomodada, inculta y españolista. Usted me da pena porque no sabe qué es Andalucía, ni que está formada de gente emprendedora, trabajadora, constante y sabia, tanto que la usaron ustedes como mano de obra esclava para sacarle el jugo en pro de su modernización.
Pero usted, como buena parte de la derecha de Madrid y Catalunya, desde su prepotencia e ignorancia, sigue jugando a menospreciar a Andalucía, mientras se han estado beneficiando de su sudor. Pena que nosotros no jugamos a usar nuestras ansias nacionalistas en pro de que los gobiernos de Madrid, dictatoriales o democráticos, nos apagaran la sed con inversiones e industrias como a ustedes.
Le debería dar vergüenza. Pero no tiene. Y le debería dar vergüenza a los andaluces votar a este señor.

Amar Andalucía por encima de todas las cosas y al cine como a mí mismo

SERAquí os dejo mi columna de opinión que, como cada Martes y Viernes, se emite en Cadena Ser Radio Granada, a las 8:50 horas:

Para los que amamos Andalucía por encima de todas las cosas y al cine como a nosotros mismos, el pasado Sábado celebramos por todo lo alto la consagración universal de un director andaluz, Alberto Rodríguez, como lo que muchos afirmábamos hace tiempo que era: el mejor cineasta del país.
“La isla mínima” fue la gran ganadora de los Premios Goya y una de las películas esenciales de nuestro cine moderno. Thriller de atmósfera tan asfixiante como netamente andaluza, espejo de los demasiado cercanos años 80, muestra de una sociedad menos evolucionada y modernizada de lo que debiera vistas las fechas de su ambientación, es un campanazo absoluto con producción granadina a través de Sacromonte Films, además de con el apoyo de Canal Sur y la Junta de Andalucía.
El cine es cultura. Y la cultura es esencia, alimento del alma, material imprescindible para el buen desarrollo social de nuestra tierra. Y se fomenta apoyando a nuestros valientes cineastas, sean de las tendencias políticas que sean. Opinen como el Gobierno de Madrid o no, no se les puede atacar con un insostenible y ahorcador 21 % de IVA, sean de los propios o de los ajenos.
La cultura no tiene ideología, fronteras o colores políticos. Es de todos, hecha por todos y para todos. Y a Rajoy alguien debería explicárselo, lo mismo que a los máximos responsables culturales de nuestra ciudad, que debieran abrir las fronteras de sus mentes y también de sus bolsillos para hacer de Granada la capital cultural de Andalucía que una vez fue y que ahora disfruta Málaga de facto.

Rompiendo los tópicos injustos y rancios sobre las Hermandades como instituciones beatas o machistas

LuzA dos semanas del inicio de la Cuaresma, es tiempo de desmitificaciones y ruptura de tópicos injustos y arcaicos: me duele sobremanera que un andaluz del siglo XXI piense que las Hermandades puedan ser organizaciones humanas beatas o machistas, cuando son la columna vertebral de la participación ciudadana y de barrios en Andalucía desde hace mucho, tanto…
Lejos de ser un fenómeno religioso, la Semana Santa la entiendo desde hace muchos años como la gran festividad de mi patria, de Andalucía. La única fiesta que se celebra de forma simultánea y similar en todo el territorio nacional andaluz.
Una explosión festiva por primavera que es santo y seña del andaluz y de su sabia forma de entender las manifestaciones y expresiones culturales.
El pueblo andaluz se organiza él mismo y para sí mismo una espectacular, artística y sensitiva fiesta de los sentidos por primavera, donde el barroco adquiere su máxima dimensión como arte que identifica y vertebra a Andalucía.
Junto con el 4 de Diciembre y el 28 de Febrero, entiendo la Semana Santa como la gran reinvidicación nacional andaluza hacia el mundo, la exteriorización de su saber vivir y entender la vida, habiendo logrado convertir un evento religioso en centro de una manifestación cultural y antropológica de placer y de vida, donde se aúnan los mejores artes y artistas de la cultura andaluza.
Bien sabido es que, en los desgraciados tiempos en los que mi patria andaluza estuvo sometida a una férrea dictadura asesina y sanguinaria, las Hermandades casi eran las únicas instituciones con funcionamiento interno democrático. Y que muchas se convirtieron en cauce de participación único para la reinvindicación de los barrios en sus carencias y necesidades.
Una fiesta, además, que sólo ha sido posible gracias a la entrega absoluta de la mujer andaluza. Quizás más del 70 % de los ojos que se ven tras el antifaz de una túnica nazarena son de mujer. Las cuadrillas de costaleras en Andalucía son ya también un porcentaje más que considerable. Las Juntas de Gobierno de nuestras hermandades presentan formaciones donde la mujer muchas veces es superior en número. En el caso de Granada capital, son tres mujeres Hermanas Mayores de tres corporaciones nazarenas granadinas. Granada le debe a la mujer y a su incorporación masiva como protagonista y directora la supervivencia de la Semana Santa en los difíciles años 60 y 70.
Por todo ello, ver a un andaluz o andaluza en pleno siglo XXI hablando de las Hermandades como instituciones rancias, beatas o machistas me duele en el alma por no reconocer lo que el andaluz es y siente realmente.

Contra la independencia de los independientes

SERAquí os dejo mi columna de opinión que, como cada Martes y Viernes, se emite en Cadena SER Radio Granada, a las 8:50 horas:
Tres convocatorias electorales por delante. Tres movilizaciones de todos los partidos políticos. Tres millones de empujones para subir en las listas. Tres listas por hacer, tres graves problemas para las organizaciones políticas participantes.
Y vuelve a aparecer un concepto que a mí me sigue causando rechazo “per se”: el independiente. Partidos independientes que son crípticos respecto de su ideología política; nuevos partidos que se incorporan con la vitola de independientes, pero que organizan manifestaciones contra todo y contra nada, que son un día de izquierdas, el siguiente de centro y el fin de semana de derechas… Me repelen sobremanera los partidos independientes.
Pero tampoco me acaba de gustar la incorporación de independientes en las listas de los partidos que sí se retratan y dicen lo que son. No sé por qué se admite que acepten el compromiso de ir para ser, pero que no hayan tenido la valentía de hacerse. Tampoco entiendo por qué los partidos recurren a ellos: lo mismo que todos sospechamos que hay mujeres válidas para ocupar un ministerio en Grecia, creo que hay dentro de la lista de militantes de un partido gente más que capaz de afrontar cualquier reto que se derive de la pertenencia a una lista electoral. Lo dicho, nunca me gustaron los independientes.