«Transparent», una serie más profunda de lo que parece a simple vista

TransparentAcabo de terminar la primera temporada de “Transparent”. No es una serie que pasará a la historia, no es una serie definitiva y total, no es el no va más, pero es más profunda y mejor de lo que parece a simple vista.
 
Simplemente es la historia de una familia judía que tiene que afrontar que el padre definitivamente ha salido del armario y al fin decide hacer público que es y se siente mujer desde siempre. Y, a partir de ahí, todo se muestra al espectador en un agradable tono de comedia que esconde bajo sus entrañas un drama bastante perturbador y que no deja tema por tocar, incluso la propia eutanasia.
 
Tiene altibajos, no mantiene el nivel de forma constante, pero sus dos últimos episodios, donde se permite al drama sacar la cabeza por encima de la comedia y mostrarse en toda su plenitud, realmente son muy buenos.
 
Tras la serie de Amazon está Jill Soloway que, si bien no está a la misma altura de entonces, es una de las coguionistas de la mejor serie de la historia (“A dos metros bajo tierra”), por lo que algo queda donde tanto hubo.
 
Y la música. Me declaro, como ocurre en el caso de “Los Soprano”, fan absoluto de la música de esta serie, perfectamente perfilada y diseñada para transmitir lo que tiene dentro.
 
Tengo ganas de ver la segunda temporada, por poder comprobar si permite que el maravilloso drama que contiene en su interior acaba de asesinar ciertas pulsiones demasiado previsibles de comedia en la que a veces incurre.

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