Puede que los resultados no sean magistrales, pero las intenciones, la frescura, la espontaneidad, la credibilidad y la empatía que genera “Gallo rojo” hace que valga la pena el viaje cinematográfico. Por encima de todo, por la interpretación de Pino de Pablos. Ojalá el destino me depare encontrármela en más pantallas en el futuro, porque su apuesta lo vale. Esta joven actriz hace fácil lo más difícil, se come la cámara en su dulzura susurrada, en su belleza pausada, en su saber estar y decir delante del objetivo, en encarnar la frescura espontánea al hablar, al cantar, al bailar. Pino de Pablos justifica por sí misma ver “Gallo rojo”, aunque el film ofrezca mucho más que ella.
Pino de Pablos interpreta a Ana, que vuelve al pueblo de sus ancestros, apenas cuatro calles en la Castilla profunda, en ese mundo rural que estamos asesinando mientras lo vemos expirar conformándonos con llamarlo “vaciado”. El grito que el propio cineasta Enrique García-Vázquez, autor también del guión, profiere contra dicha situación no es de ira, sino de una melancolía apenas susurrada, tamizada incluso de humor, pero amarga, porque al él le duele como a mí que ese mundo rural esté expirando delante de nuestros ojos. Pero aquí no hay drama, todo fluye plácidamente y a veces hasta de forma divertida.
Ana ha retornado para abrir un cine, una actividad a contracorriente en un lugar a contracorriente. Y lo hará con la ayuda de su amiga de toda la vida en el pueblo, Lucía, interpretada por la interesante y espontánea Lucía Lobato. Como es verano y alguna vida se hace en sus pocas casas, el invento cinematográfico triunfa y Ana pasa a ser una personalidad en la comarca.
La propuesta formal es tan sencilla como la argumental, e igual de sincera, directa y creíble, regalándonos algunos preciosos planos de los llanos castellanos con cierta vocación y tono documental y determinadas escenas divertidísimas, como la acontecida en el interior de la iglesia, sin duda, mi favorita.
Las canciones que usa el film, son pocas pero muy bien conjuntadas, destacando entre todas ellas la que cierra el film, sin duda inolvidable.